Un Blanco Perfecto, diario de un viaje.

domingo, enero 21, 2007

Un día de espera

Costó despertarse a las 8... había que chequear que el equipo sea adecuado para la travesía.
Está todo bien, salvo que habría que el calzado sea adecuado del todo. De última alquilamos botas rígidas... (Ya tengo escusa para comprar mas cosas!! uija!)

Las sensaciones son sutiles, todo va muy parejito.
Me siento como en casa, pero la percepción de lo que me rodea es extraña... a veces puedo sentir los aromas de la realidad, y de golpe estoy viendo mi vida como si viera un programa de tele.
De a poco la coraza que crea la rutina de la vida en La Plata se va disolviendo. Está llegando el estado de viaje.
Y el "La puta que vale la pena estar vivo!" es inminente.

Mientras tanto, observo, pienso en no pensar...
La verdad que sacar estas cosas para afuera, contándolo acá, acelera los procesos de adaptación a la forma de vida en un viaje.

Mañana empezamos la subida, el clima no promete mucho. Si, si... el Maestro sabe lo que hace.

"[...] y no alcanza con derribar los muros. No debes olvidarte de levantar puentes."